martes, 27 de marzo de 2012

MONASTERIO DE SANT BENET DE BAGES

En mi visita al Monasterio de Sant Benet de Bages, he viajado en el tiempo hacia una época medieval pasada, que conviene recordar. Al esfuerzo de las personas que lucharon por conservarlo, pese a saqueos, incendios y expolios. A la familia de Ramón Casas que compró el edificio, restauró y habitó durante largo tiempo y hoy llega a nosotros de mano de una entidad bancaria ya fusionada con otra y finalmente no sabemos en manos de quién irá a parar.
Pero hoy está aquí, dispuesto a sobrevivir pese a todo y me paro a contemplar lo que de él queda, del silencio de su entorno, del resultado de su restauración y pienso que mucho mejor así que destruido. Que Puig y Cadafalch  hizo lo que pudo y lo que en su momento consideró conveniente de acuerdo a las instrucciones que recibiera de la familia de Ramón Casas. La vivienda, integrada en el monasterio, guarda la esencia de una época ya pasada también, pero muy presente todavía entre nosotros, el modernismo dejó huella y obras de extraordinaria belleza.
Pero el monasterio nos contempla en silencio, tras sus muros está su historia, que se inicia en el siglo X y que se amplia considerablemente a lo largo de los siglos XII y XIII, que cae y se levanta y vuelve a renacer en el siglo XVI, se anexionó a Montserrat en 1590 y funcionó como tal hasta la desamortización de Mendizábal.


No hay que dejar de verlo, ahora existe una nueva forma de explotación para su conservación y mantenimiento. Visitas guiadas, salas de congresos, bodas, visitas escolares, audiovisuales, ...  un montón de posibilidades para rentabilizar el complejo, son otros tiempos, otras necesidades, otras inquietudes y también otros fines, ya que actualmente no hay vida monacal en él. Es una historia de nuestro pasado que sigue en pie y a su manera nos habla y nos transmite sensaciones y si a ello le unimos una gastronomía local muy bien elaborada el resultado no puede ser mejor.

domingo, 25 de marzo de 2012

MUCHO MAS QUE PIEDRAS

 
El secreto está en sus muros, en cada piedra que hace posible su conjunto y todavía hoy, a pesar de todos los estudios realizados, seguimos teniendo solamente hipótesis sobre como llegó el románico a la Vall de Boí.

Quizá no deberíamos hacernos tantas preguntas y simplemente disfrutar de la belleza que nos brinda su conjunto. Las torres del campanario que bien visibles entre sí a lo largo del valle, permitía la comunicación entre sus habitantes, las pinturas que decoran su interior, nos hace pensar que todo no era austeridad, frío y piedra. Hay que ir y verlo, tocarlo y sentirlo.

Hoy se sostiene gracias al turismo cultural y deportivo, con hoteles y complejo de apartamentos que intentan camuflarse con el paisaje. Pero afortunadamente se continua teniendo la voluntad y el esfuerzo por conservar este patrimonio único. Por ello poco importa si fue gracias a los maestros lombardos, o si fueron sus discípulos los que pusieron en marcha las obras. Lo cierto es que ellas han permanecido en el tiempo y siguen en pie entre nosotros con buena parte de su belleza intacta.

Estas construcciones fueron posibles gracias a los señores de Erill, un antiguo linaje feudal, ya documentado desde el año 1077. Muchos de sus miembros se distinguieron por estar al servicio de armas de los condes de Pallars, lo que les proporcionó una posición sólida de dominios territoriales, como Erillcastell y finalmente consiguieron emparentar con la casa condal durante el siglo XII.

Erillcastell es hoy un pueblo deshabitado, pero muy vinculado a esta familia que adquirió su castillo en el año 1040. Quedan muy pocos restos tanto del castillo como del pueblo, su difícil acceso hace que en la actualidad esté prácticamente abandonado, aunque se mantuvo habitado hasta 1970 (con solamente 9 habitantes).
Resulta difícil imaginar las historias que acontecieron tras sus muros, lo cierto es que estas tierras dieron vida a varios grupos de familias que vivían del ganado, la agricultura, la caza y una mina de carbón también hoy abandonada.

Ya lo dijo el poeta “todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar..” pues si por casualidad pasas por estas tierras, mira hacia arriba y parate a contemplar su belleza y su historia, son mucho más que piedras, que restos, que paredes....

sábado, 24 de marzo de 2012

LA CALUMNIA de Sandro Botticelli






El rey Midas con las orejas de asno de mal juez, entre la ignorancia y la sospecha, tiende su mano a la envidia o el rencor representado por un monje, que conduce a la calumnia, peinada por la insidia y el fraude que arrastra al calumniado. Le sigue en este desfile la penitencia que se vuelve hacia la desnuda verdad.


Se dice mucho en muy poco espacio, esta obra de Sandro Botticelli fue realizada en 1550, pero no puede ser más actual. Posiblemente el pintor lanzara un mensaje concreto con ella, no sabemos si para hacer frente a los ataques que Savonarola  recibía o bien por los que él mismo recibió, en cualquier caso las personas deberíamos prestar más atención a este mensaje y aprender sobre las consecuencias de las acciones aquí representadas.

La falsa acusación, conspirar, manipular... no todo vale, no todo sirve para obtener un fín, no aprendemos, no avanzamos, pasan los siglos y seguimos ahí, en el mismo lugar, con los mismos miedos y las mismas miserias. Gracias Sandro, por mostrarnos la verdad desnuda, esa que busco incansablemente y que tanto me cuesta encontrar.

sábado, 17 de marzo de 2012

CATACUMBAS – UNA CUESTION DE FE


¿Qué lleva al ser humano a excavar kilómetros y kilómetros de tumbas bajo la tierra?

Las catacumbas en Roma son lugares especiales, cargados de simbolismos e historia. Sobrecogen al viajero que se acerca para contemplarlas y descubre un mundo subterráneo a medida que el guía va relatando su historia.

Aunque ahora llega el momento de puntualizar. Durante el siglo I los cristianos de Roma, no tuvieron cementerios propios, la mayoría de los seguidores de la nueva fe eran enterrados en cementerios comunes al aire libre junto a los paganos. Así por ejemplo, San Pedro fue enterrado en la necrópolis de la colina del Vaticano, bajo la actual basílica. En cambio otros cristianos, que podían disponer de propiedades privadas, enterraron a sus muertos en tumbas de familia, siempre sobre el terreno.

A finales del siglo II se construyeron grupos de sepulcros, excavados en fincas rústicas (villas, huertos...) de familias nobles y adineradas convertidas al cristianismo, cuyos propietarios pusieron a disposición de los más desfavorecidos la posibilidad de permitirse una tumba, empezando para ello las excavaciones de galerías subterráneas.

Pero al aumentar el número de cristianos en el siglo III, algunas catacumbas llegaron a ser propiedad de la Iglesia de Roma, como las de San Calixto. Tras el edicto de Milán en el año 313, los cristianos dejaron de ser perseguidos, pero se continuó excavando y sepultando a los fieles en estos cementerios subterráneos por la devoción hacia los mártires que allí habían sido enterrados.

Será a principios del siglo V, cuando dejen de hacerse y vuelvan a enterrar en campo abierto, sobre los mismos terrenos de las catacumbas y mucho más tarde en el interior de la ciudad.

Para finalizar, añadir que las catacumbas no eran el lugar dónde se escondían los cristianos porque eran perseguidos por los romanos, en realidad no eran más que simples cementerios subterráneos, bien conocidos por las autoridades romanas y que solamente confiscarían dos veces, una en el año 258 y duró dos años y otra en el 303 y duró siete años. En las catacumbas, las reuniones eran principalmente por motivos funerarios o de culto a los mártires, un lugar para el recogimiento.

En el fondo, el ser humano solamente busca su espacio, un lugar en el mundo donde pueda ser comprendido y aceptado, pero sobre todo respetado, basta observar a otras civilizaciones para comprenderlo. El alma y  la conciencia tienen un gran peso específico en las personas, el suficiente para la fe, muchas veces inexplicable, pero que permite llevar a cabo obras como estas, que aunque hoy para nosotros no tengan mucho sentido, nuestros valores son otros ¿mejores, peores?... quien sabe, el tiempo lo dirá.