domingo, 19 de febrero de 2012

NUBE ROJA - DAKOTA SIOUX


Hola viejo amigo, hoy vuelvo de nuevo a recordarte y reconocer que tu visión del hombre blanco era correcta. Inevitablemente tu pueblo se vio obligado a vivir en las reservas. Hoy están cansados de formar parte de un folklore que no les aporta nada y que desde luego no les devuelve su dignidad como personas, ni como pueblo.

Arvol Looking Horse  (Caballo que mira) es el gran jefe de la nación Lakota, Nakota y Dakota actual. Su mensaje sigue siendo el mismo, pero el mundo está muy cambiado desde que te fuiste. Él busca la paz (igual que tú) y sobre todo que no contaminen las aguas debido una vez más a la ambición humana de extraer de la tierra sus recursos naturales sin medir las consecuencias de sus acciones.

Eras un jefe oglala muy querido, además los blancos no dieron mucha importancia al territorio al norte del Platte  River, hasta que en 1862 se descubriera oro en las montañas del actual estado de Montana. El hombre blanco una vez más acudió en masa para atesorar fortuna y sus campamentos atravesaban vuestra principal reserva de caza.

¿Qué podías hacer? Defender la tierra, defender el alimento de tu pueblo, vuestra forma de vida. Pero la ruta se volvió peligrosa y el Gobierno de los Estados Unidos, en junio de 1866 te invita junto a otros jefes guerreros a negociaciones de paz y llegar a unos acuerdos en Fort Laramie que no fueron posibles gracias al coronel Henry Carrigton que deseaba levantar más fuertes a lo largo del Bozeman Trail.

No me extraña que abandonaras Fort Laramie enfadado y mostraras tu disposición a luchar. Muchos hombres te siguieron y finalmente el 21 de diciembre de 1866 vences implacablemente a un presuntuoso William Feterman y en cuarenta y cinco minutos, terminasteis con él y sus ochenta soldados. Fue la derrota más terrible que el ejercito habría sufrido hasta entonces contra los indios y la primera batalla en la historia de USA sin un solo superviviente blanco.

Pero eso no iba a quedar así, los refuerzos llegaron y vuestra lucha continuó implacable, finalmente y de nuevo en Fort Laramie fue redactado un nuevo acuerdo, pero te negaste a firmar. Tus condiciones eran sencillas, firmarías cuando el ultimo soldado hubiera abandonado el territorio de Powder River, el Ministerio de la Guerra aceptó tus exigencias y ordenó la evacuación de los fuertes. Habías luchado muchos años para mantener las reservas de caza de tu pueblo. Los soldados desaparecieron y acto seguido los fuertes fueron destruidos y cerrado el paso de Bozeman Trail. Juraste no alzarte mas en armas y mantuviste tu promesa.

Pero Toro Sentado no quiso firmar el acuerdo, no querría ser un indio de la reserva y llevó a su pueblo fuera de ella luchando por una libertad que nunca llegó. Quizá si hubiese visto el inmenso arsenal de armas que guardaba el hombre blanco en Washington y que tú tuviste la ocasión de visitar, así como un nuevo tipo de cañón con un diámetro de tubo que cabría una persona adulta. En tu honor fue disparado y viste su alcance, algo asi como cuatro o cinco millas mas lejos de tu punto de referencia, comprendiste muy bien la lección: “El Gran Padre Blanco es todopoderoso. Su gente coloniza la totalidad de la Tierra. Tenemos que hacer lo que él ordene”.

Tu política de entendimiento posiblemente salvó muchas vidas, el acuerdo alcanzado en 1868 era sin duda el mejor posible para tu pueblo, pero no contabas que la palabra dada y el documento firmado tuvieran para el hombre blanco tan poco valor. “Yo firmé un acuerdo de paz, pero aquí no consta nada de eso. Este acuerdo solamente contiene mentiras”. Lo cierto es que no se mantuvo vigente mucho tiempo y a los pocos años estalló la guerra de nuevo. En 1876 tu pueblo  se vio obligado a entregar las tierras  de Powder River , por las que tanto habían luchado. Además se desprendieron de Black Hills, sagradas para ellos, a pesar que estaban dentro de la reserva, los límites se cerraban cada vez más y vuestras tierras fueron vendidas a colonos blancos.

En esta guerra de 1876 te negaste a participar, sabías ya de la derrota final si utilizabais la fuerza Pero tus esfuerzos para evitar la venta de tierras, ahora  por la vía diplomática con los funcionarios que la Agencia que Washington enviaba a las reservas, tampoco dieron los frutos deseados. Con  el agente  MgGillycuddy tuviste un duro enfrentamiento y finalmente te destituyó como jefe indio. Ahora sin cargo y con la escasa influencia que ejercías ya sobre tu pueblo, te fuiste debilitando. En 1909  nos dejaste, cansado y casi ciego, la reserva ya había sido dividida en cinco pequeñas reservas y con ello, terminó definitivamente con la caza y con la libertad de movimientos.

Hoy vuestra antigua forma de vida ya no existe como tal, hay reservas hasta para los bisontes, algunos los crían en cautividad.. Acertaste viejo amigo en el enorme poder del hombre blanco, en su fuerza, en sus armas (si pudieras verlas hoy te volverías a acostar). Descansa con tus antepasados y reza por los que estamos aquí, tu conciencia debe estar tranquila ¿qué más podías hacer? Cuando Toro Sentado vence en 1876 con la ayuda de los cheyenes al general Custer al mando del 7º de caballería en las proximidades de Little Big Horn y lo representan en alguna película americana, no puedo por menos que esbozar una sonrisa por vosotros, aunque ellos fueran blancos como yo y murieran con las botas puestas.

Tenías razón en todo, especialmente en el respeto a la tierra y a la naturaleza, la falta de compresión y la ambición humana hace que todo lo hermoso se destruya.  Vuestro nuevo líder Arvol Looking Horse escribe lo siguiente: “Necesitamos entender cómo todas estas decisiones afectan a la nación global, y que no seremos inmunes a sus consecuencias. Permitir la continua contaminación de nuestra comida y nuestra tierra está afectando a la forma en que pensamos. Una "enfermedad de la mente" se ha incrustado en los líderes mundiales y muchos miembros de nuestra comunidad global, con la idea de que el exterminio y la destrucción de pueblos traerá la paz. En nuestras profecías se dice que estamos ahora en un cruce de caminos, y que podemos unirnos espiritualmente como una nación mundial, o podemos hacer frente al caos, desastres, enfermedades y lágrimas en los ojos de nuestros parientes”

Ahora el escenario es global, no se trata solamente de las llanuras de las praderas, el escenario es la Tierra y los afectados, todos los que vivimos en ella. ¿Qué podemos hacer viejo amigo? ¿Qué armas tenemos a nuestro alcance? En realidad, las cosas no han cambiado tanto, solamente han tomado una nueva dimensión, pronto no habrá reserva donde esconderse y estar a salvo.¿Sabes tú a qué se referían cuando os llamaban salvajes?

domingo, 5 de febrero de 2012

DALI – VAN GOGH (dos pintores–dos personas)


Desconocía hasta no hace mucho tiempo que Van Gogh y Dalí tenían algo en común en sus vidas personales además de la pintura. Ambos habían venido al mundo inmediatamente después de la muerte de un hermano anterior y ambos recibieron el mismo nombre del difunto hermano.

En diferentes relatos explicaba Van Gogh, el impacto que le causaba entrar en la parroquia que regentaba su padre y ver una tumba con su nombre escrito, acto que realizaba de forma habitual  y que para la mente de un niño no era fácil de asimilar. “El otro hemisferio de mi vida” solía llamarlo.

Durante toda su vida buscó en su interior atormentado respuestas que no encontró, gracias a las ayudas de su hermano Theo pudo dulcificarla (por llamarlo de algún modo) levemente y sus cartas nos dejan testimonio de sus miedos, dudas y pensamientos para una pintura y una vida de fracasos de un ser extraño que mereció mejor suerte.

Dalí, por su parte, le sucedió lo mismo “un frustrado ensayo mío” comentaba de su hermano muerto que vivió hasta los seis o siete años. Su infancia la vivió llena de cuidados atemorizados femeninos y creció mimado en exceso, convirtiéndose en un negado para la vida práctica.

Pero a diferencia de Van Gogh, Dalí hizo gala de un extraordinario sentido del humor, se rió de sí mismo y de todos nosotros, sabía de su talento y de sus posibilidades, acentuó excentricidades y delirios (que en su intimidad no eran tales) se hizo notar en Nueva York , una sociedad carente de gusto, pero provista de dinero, lo aprendió todo sobre el marketing americano y escondió su timidez bajo el velo de una locura “aparente”.

Son sin duda dos personajes diferentes, a los que les sucedió un mismo hecho, que si bien marcó de alguna manera sus vidas, se enfrentaron a él de forma muy distinta. Aunque en el fondo ambos, como todos, solamente deseaban ser ellos mismos.