domingo, 5 de febrero de 2012

DALI – VAN GOGH (dos pintores–dos personas)


Desconocía hasta no hace mucho tiempo que Van Gogh y Dalí tenían algo en común en sus vidas personales además de la pintura. Ambos habían venido al mundo inmediatamente después de la muerte de un hermano anterior y ambos recibieron el mismo nombre del difunto hermano.

En diferentes relatos explicaba Van Gogh, el impacto que le causaba entrar en la parroquia que regentaba su padre y ver una tumba con su nombre escrito, acto que realizaba de forma habitual  y que para la mente de un niño no era fácil de asimilar. “El otro hemisferio de mi vida” solía llamarlo.

Durante toda su vida buscó en su interior atormentado respuestas que no encontró, gracias a las ayudas de su hermano Theo pudo dulcificarla (por llamarlo de algún modo) levemente y sus cartas nos dejan testimonio de sus miedos, dudas y pensamientos para una pintura y una vida de fracasos de un ser extraño que mereció mejor suerte.

Dalí, por su parte, le sucedió lo mismo “un frustrado ensayo mío” comentaba de su hermano muerto que vivió hasta los seis o siete años. Su infancia la vivió llena de cuidados atemorizados femeninos y creció mimado en exceso, convirtiéndose en un negado para la vida práctica.

Pero a diferencia de Van Gogh, Dalí hizo gala de un extraordinario sentido del humor, se rió de sí mismo y de todos nosotros, sabía de su talento y de sus posibilidades, acentuó excentricidades y delirios (que en su intimidad no eran tales) se hizo notar en Nueva York , una sociedad carente de gusto, pero provista de dinero, lo aprendió todo sobre el marketing americano y escondió su timidez bajo el velo de una locura “aparente”.

Son sin duda dos personajes diferentes, a los que les sucedió un mismo hecho, que si bien marcó de alguna manera sus vidas, se enfrentaron a él de forma muy distinta. Aunque en el fondo ambos, como todos, solamente deseaban ser ellos mismos.

2 comentarios:

  1. ¡Desconocía esta coincidencia! No debe ser fácil ver tu nombre escrito en un lápida, y menos en la época de Van Gogh...
    JOSEP

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  2. Desde luego que no. En una de sus cartas a su hermano Theo escribió : "Sienten el mismo temor a acogerme en la casa que si fuera un perro grande y tosco, que corriera por la habitación con las patas húmedas y fuera muy torpe. Molestará a todos. Y ladra tan alto. En reumen, es una bestia bruta. Está bien, pero la bestia tiene una historia humana y aunque no es más que un perro, tiene alma humana y muy sensible, además, que le permite presentir lo que la gente piensa de él, algo que los perros normales no pueden hacer. Y yo, suponiendo que fuera una especie de perro, los dejo en paz." Hablaba de sus padres. No puedo añadir mucho más.

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